El lunes 17 por la tarde, mientras parte del Grupo Espeleológico Kart-Oba (GEKO) realizaba la exigente travesía Cueto–Coventosa, EspeleoAguilas emprendió una incursión hacia el imponente Mortero de Astrana, una de las cavidades más emblemáticas de Cantabria. Situada en la comarca de Soba, esta cueva se destaca por sus paisajes kársticos salvajes y sus sistemas subterráneos de enorme complejidad. Es importante mencionar que en esta zona no hay cobertura móvil, por lo que se recomienda avisar al 112 y a los contactos externos un poco antes de llegar al sitio para garantizar la seguridad.
A las 18:00 horas, el equipo aparcó en las coordenadas 43°12'29.5"N 3°34'01.5"W. Desde allí, tras una breve caminata de unos 15 minutos por senderos cubiertos de vegetación húmeda y el eco de la montaña, llegaron a la boca de la cueva, ubicada en 43°12'33.6"N 3°34'10.3"W. Frente a ellos se abría el portal oscuro y húmedo del Mortero de Astrana, un acceso directo a las profundidades de la Tierra.
El descenso comenzó utilizando cuerdas recientemente instaladas. En Cantabria es común encontrar muchas de las travesías ya equipadas, lo que facilita el acceso a los espeleólogos.
Durante aproximadamente una hora y media avanzaron por galerías y tramos de río subterráneo. Las paredes estrechas y los techos altos parecían respirar junto al equipo, en un ambiente donde el tiempo parecía detenerse. Finalmente, llegaron a una sección donde el agua bloqueaba el paso y era necesario mojarse por completo para continuar. Ante esta situación, se decidió dar la vuelta.
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Mortero de Astrana |
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A las 21:30, ya de regreso en el vehículo, EspeleoAguilas anotaba mentalmente cada detalle de la cueva. Aunque no alcanzaron el final de la ruta, la experiencia fue intensa, íntima y profundamente conectada con la esencia misma de la espeleología. Fue una jornada exitosa e ideal para esperar la vuelta del resto del equipo, a quienes EspeleoAguilas había acompañado hasta la boca de la Sima Cueto esa misma mañana, tras una caminata de hora y media.
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